Es frecuente escuchar en nuestras consultas que hay pacientes que han tenido que reducir, cambiar o incluso eliminar su práctica deportiva a causa de que ante el mejor imprevisto se produce una torcedura de tobillo que deriva en un esguince. 

Tendremos que identificar aquellos posibles factores que están desencadenando estas situaciones. Pensaremos en un posible trastorno en la pisada, inestabilidad crónica de tobillo causada por agresiones anteriores a los ligamentos de esta articulación o por hiperlaxitud presente en el paciente. 

Una vez identificada la causa y la gravedad deberemos orientar al paciente sobre qué profesionales debe visitar y así el tratamiento será eficaz y completo. 

Desde fisioterapia facilitaremos nuestros objetivos principales serán controlar la inflamación, reducir el dolor y devolver la funcionalidad hasta recuperar la actividad habitual de ese paciente.

En el momento en el que se produce el esguince es importante aplicar frío local rápidamente para reducir la inflamación, realizar una radiografía para descartar lesiones óseas y acudir al fisioterapeuta para comenzar el tratamiento lo antes posible.

A continuación te mostramos algunos ejercicios para prevenir las recaídas: