
Se considera que una persona padece bruxismo cuando aprieta o rechina los dientes tanto despierto como dormido, siendo más común durante el descanso. Los síntomas suelen ser dolor mandibular o de oído, dolor de cabeza, sensibilidad dental, tensión, problemas cervicales y percibir al despertar tensión en la zona de la mandíbula.
En estos casos es común acudir al dentista para que aplique tratamientos destinados a mejorar la sensibilidad dental y reducir el desgaste de las piezas dentales. Además, es conveniente que visites al fisioterapeuta para reducir la tensión de la musculatura afectada.
Algunos consejos para sobrellevar el bruxismo son evitar consumir azúcares, cuida tu descanso, aplica calor en la zona, relaja la mandíbula realizando movimientos lentos de apertura y cierre, masajea la zona y acude con cierta frecuencia al fisioterapeuta.